enero 25, 2006

2x1

Enterrar debajo de la alfombra tus malos pensamientos puede parecer una buena solución al principio, pero después, con el tiempo, se va formando un feo bulto debajo de ella. Un día, mirando la tele, te sorprende un ruido, y con miedo observas que el bulto se ha movido. La aglomeración, la oscuridad y el aislamiento han actuado de buena incubadora para dar vida a todo aquello que querías apartar u olvidar.

Algunos por miedo no actúan, y dejan que ese ente vaya creciendo haciéndose cada vez mas fuerte, hasta que una mañana cualquiera, él acaba con ellos. Otros reaccionan rápidamente y sin pensar lo matan sin piedad, transformándose en alguien que jamás volverá a sentir.

Yo, hable con él. No me preguntéis porque decidí hacerlo. Camine hasta el borde de la alfombra y la levante de un golpe. Él estaba allí, acurrucando, asustado por la intensidad de la luz. Me acerque, y lo invite a un té, y nos sentamos a hablar. Al poco, me insulto, me escupió, y me tiro la taza de té a la cabeza. Lo seguí mirando con toda la compasión que tenia en mi interior, se calmo y hecho a llorar. Allí estábamos los dos, yo me había quedado todo lo bueno, y el todo lo malo. No había sido buena idea, pero ahora ¿que podía hacer?

2 comentarios:

Anónimo dijo...

¡¿Qué está pasando?!

Desaliñado dijo...

Una OPA hostil por parte de mi parte positiva a mi parte negativa, o algo así. La cuestión que últimamente todo mi yo esta revuelto, turbio y dislocado.