Recordó que lo primero que le choco fue la forma en la que concebían el tiempo y el espacio los seres que habitaban esta dimensión, al contrario de los suyos que conocían y comprendían todos los conceptos y propiedades cósmicas, los de aquí las interpretan según su punto de mira, convirtiendo cualquier acción en un caos lleno de conflictos y contradicciones. Este mismo caos era la fuente de una magia y belleza que no existían en su dimensión, donde reinaba un orden cristalino y cada cual estaba donde debía estar y actuaba según su posición universal que estaba totalmente definida, de forma que conceptos como presente, pasado o futuro, no tenían ningún sentido. Aunque para él las dos dimensiones eran bellas, cada una a su manera.
Se sintió abrumado, ya que podía hacer un estudio de cada ser y sin excepción, cada uno seria único, de los mas sencillos a los mas complejos. Los seres que mas le confundían eran aquellos que eran semiconscientes, pero con una capacidad de abstracción limitada, que les dejaba muy lejos de entender la complejidad de el cosmos, aun así, luchaban por superar su limitaciones naturales, en búsqueda de un conocimiento que estaba vetado para ellos. Su dualismo les convertía en un candidato interesante para aproximarse al resto, ya que eran capaces de intuir lo que se les escapaba por completo a los otros, pero a la vez podían ofuscarse y ir en contra de las leyes mas básicas.
¿Como superaría esta crisis un ser de este mundo? .... La respuesta le llego como un rallo, no le gusto, de hecho era algo que tenia totalmente prohibido, pero no tenia nada mejor que hacer... Así que eligió un planeta cualquiera, un ser cualquiera, y le hablo. El ser estallo al oír aquel intento de comunicación, con lo que Eron compredio que aquello no sera tan facil como había pensado, pero bien, tenia muchas eternidades para aprender, sonrió y se puso manos a la obra.