diciembre 07, 2005

Reflexiones de Cafeteria

Algunos días mientras tomo el primer café y la prensa no me atrae lo suficiente como para sumergirme en la rabiosa actualidad de interés general, me pongo a observar la gente que del bar y la que pasa por la calle, como si de una obra pictórica se tratara. Entonces me doy cuenta que la mayor parte del tiempo vemos a los demás como si fueran meros extras de nuestra propia película, que solo están allí para hacer relleno y que rara vez nos paramos a pensar que se trata de personas, cada uno con su historia. Yo observándolos, capturo algunos minutos de su existencia a partir de los cuales intento rellenar su pasado y su futuro.

Miro como ríen, miro como hablan, intento saber de que hablan, algunos son grotescos personajes, muchos no destacan, hay de todo.

La pareja de abuelas del al lado, están fumando y no esconden su origen de alta burguesía, hablan de sus maridos, seguramente fallecidos y de sus familias. El tono es superficial y guardan las apariencias, pavoneándose de los triunfos personales de los suyos. Me pregunto porque no hablaran de ellas mismas y sus derrotas. Creo que es porque están atrapadas por lo que estúpidamente llamamos estatus, y por mucho que lo intentaran, tienen su propio yo tan olvidado que serian incapaces de hacerlo. Ciertamente las personas nos dividimos en clases sociales, normalmente arrastrados por el fluir de los demás, y cada cual actúa con la mascara que le pertoca llevar. Frustrándonos un poco mas, que mierda de sociedad.

Después miro hacia la calle, o al menos lo intento, porque no llevo las gafas, así que la mayoría de detalles se me escapan, por no decir todos. Sigo las instantáneas que se van sucediendo, acabo mi café y las personas desaparecen, vuelven a ser extras.

1 comentario:

Spicouc dijo...

he passat a fer una ullada per viam com ho tens això i m'he dit, per quan la segona part de les reflexions de cafeteria. Crec que et donaré un cop de mà ;)