Inexplicable.

A veces vivimos sueños, como esas colonias de verano donde nos dimos el primer beso, o esa fiesta de cumpleaños en lo que todo fue mágico. A diferencia de los sueños frutos del descanso, al despertar, tenemos las evidencias de que todo lo sucedido ha sido real. Lo curioso, es que, al igual que los sueños, estas vivencias tan especiales, se hacen de muy difícil narración. Si te preguntan: ¿”Y como fue?”. Miles de situaciones y millones de sentimientos afloran en tu mente, todo luchando por construir una explicación, pero al final, solo puedes dibujar una sonrisa de pura felicidad y decir un sencillo: “Muy bien”. Por que todo aquello que sucedió, es tan increíble, que para poderlo explicar con palabras deberías tener la capacidad de expresión de un poeta, y aun así, solo se lo podrían creer los que compartieron el sueño, por que la felicidad, es inexplicable.

En especial para David, Sergio y Luis, los mejores compañeros de aventura que podía haber.