marzo 17, 2006

Road Trip Surrealista

Una mañana te despiertas y te das cuenta que tu vida a cambiado más en 3 días que en 3 meses. Una vez mas, el destino, el azar, dios o como cada cual quiera llamarlo te demuestra que es inútil que planifiques tu vida. El viento puede cambiar de dirección de repente, empujándote hacia un arrecife, como a una isla de en sueño.

Por una de esas situaciones surrealistas en las que un número infinito de variables interactúan para abrir una puerta dimensional entre varias realidades, hoy me he despertado en Mérida, y ahora me encuentro encima de lo que hace centenares de años atrás era la Alcazaba de esta ciudad.

Hace tres semanas que inicie un viaje por el Sur Oeste de España, devorando kilómetros de carretera, desmontando y montando mi campamento cada día como si fuera un feriante. El contador marca casi 4000 kilómetros, y aun queda mucho por delante, aun así ya he tenido la oportunidad de ver increíbles paisajes, comer autenticas delicias y pasear por bellas y curiosas poblaciones. Es como ser rico pero siendo pobre, manteniendo lo bueno de las dos condiciones. Es un sueño hecho realidad, que se ha cumplido sin rezar, planificar o luchar. Lo que me hace una vez mas quedarme estupefacto ante la magia que tiene la vida y dentro de mí, la limitación humana inherente a todos, hace que me plantee si todo esto obedece a algún fin. Si estaba predestinado ha estar aquí o que por lo contrario, todo es una trampa. Pero bien, algo que he aprendido, es que la mayoría de regalos del destino siempre suelen ir acompañados de algún veneno, y que las desgracias, nos bendicen con experiencia. Así que pase lo que pase, me siento muy afortunado.

2 comentarios:

Spicouc dijo...

Sent la brisa del vent al passar, tanca els ulls i desxifra les senzilles paraules que et fem arribar: "que et vagi bé, i ens veiem aviat amic".

Anónimo dijo...

Siéntete afortunado, compañero, intenta mantener cuanto puedas la dualidad del rico viajero pobre y, sobre todo, aprehende cada lugar que visites con el sentimiento de que, probablemente, jamás en tu vida has de volver a estar allí...

Un abrazo.